Para Nora Sanín, directora de la Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos (Andiarios), la crónica es el género más vital en medio de las transformaciones de los periódicos.
Por:
Carlos Mario Cano R.
Prensa Escuela / EL COLOMBIANO
Los periódicos de Colombia llevan casi dos décadas transformándose, impulsados por las nuevas tecnologías y por las maneras como el público está accediendo a las noticias. Nora Sanín, Directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Diarios (Andiarios), ha sido una de las más atentas a estos cambios que involucran a los 54 periódicos asociados del país.
Para ella, la calidad de los contenidos es la clave que mantendrá vigentes a las empresas periodísticas. “La crónica es el género mayor del periodismo, ha servido siempre para narrar de la manera más amena, por eso es y seguirá siendo un buen género para entregar contenidos diferenciadores a los lectores”, precisa Sanín.
Una de las apuestas de ANDIARIOS, desde hace tres años, es el concurso ‘Mejores Crónicas Prensa Escuela’ que ha sido bien valorado por los periódicos, los colegios y los docentes de Colombia. Muestra de ello, entre la primera y segunda versión se duplicaron el número de crónicas recibidas.
“Paralelo al Concurso trabajamos talleres para docentes y niños que fortalecen el conocimiento de lo que es el periodismo y de sus géneros”, añade la Directora Ejecutiva de Andiarios a quien le duele ver que tantas crónicas están impregnadas del ambiente de violencia que viven los niños del país.
Por eso su apuesta para el 2014 es estimular la escritura de temas cotidianos, de la cultura, la risa y los amigos. La meta es que estos temas se vuelvan más importantes para ellos que las tristezas que los rodean.
Nora Sanín reflexiona, a continuación, sobre los roles de la crónica y de las empresas periodísticas en la contemporaneidad.
Qué papel tiene la crónica en los cambios que vive el modelo de negocio de los periódicos?
Los periódicos pasan de un solo periódico tradicional a múltiples publicaciones orientadas a atender a las diferentes audiencias, grupos e intereses: ya existen los tradicionales, especializados, de nicho, gratuitos, populares más las diversas plataformas digitales y los múltiples dispositivos.
Lo más importante es la calidad de los contenidos, sin importar las plataformas. Y la crónica es el género mayor del periodismo, que ha servido siempre para narrar de la manera más amena, y más vinculante, de manera que genere mucho más interés en los lectores. La crónica ha sido, es y seguirá siendo un muy buen género para entregar contenidos diferenciadores a los lectores.
Luego de 20 años, Prensa Escuela sigue vigente en 10 periódicos del país. ¿A qué debería apostarle el Programa en sus próximos 5 años?
Prensa Escuela tiene como objetivo utilizar la prensa en el aula de clase como un instrumento muy adecuado para que niños y jóvenes vinculen su conocimiento a la realidad, para que sean lectores críticos, estén en contacto con temas de trascendencia para el país y para estimularles la posibilidad de escribir.
Estos principios continúan vigentes. Sin embargo, hay que ser conscientes de que niños y jóvenes se aproximan al conocimiento y a la información de una manera distinta. La lectura del impreso sigue siendo fundamental por reposada y profunda, porque exige más esfuerzo y el proceso de aprendizaje es mejor, pero tenemos que combinar esto con los contenidos que se entregan a través de los medios digitales y ser conscientes de que es una de sus maneras de aproximarse a los contenidos.
El auge de las redes sociales y el vértigo informativo, ¿son competencia de la crónica?
Más que competencia, la relación es de convivencia. Inclusive en las redes sociales, se comparten crónicas maravillosas: es la oportunidad para que, quienes acceden a través de Twitter o Facebook, tengan acceso a crónicas desconocidas desde nuevas redes. Las redes sociales, a la vez que dan contenidos rápidos e instantáneos –muchos sin fuentes confirmadas, ni verificadas, ni de un periodismo serio– simultáneamente entregan contenidos maravillosos y entre ellos las crónicas.
Algunos críticos afirman que la crónica salió por la puerta de atrás de los periódicos. Para usted, ¿cuál es el panorama de este género periodístico en los diarios colombianos?
Es una afirmación que a veces hace carrera pero no tiene asidero en la realidad. He estado varios años de jurado del Premio Simón Bolívar, de los concursos de Colprensa, y del periódico EL PAÍS de Cali y el género que más aparece es la crónica, y sigo leyendo excelentes crónicas. Mantiene su vigencia y se ha revigorizado con respecto a lo que sucedía hace algunos años.
¿Qué Colombia narran los niños y adolescentes en las crónicas que ha leído en el Concurso?
Hay textos que lo conmueven mucho a uno porque son cercanos a la vida de los niños, a sus familias, amigos, al barrio y al colegio. Sin embargo, sí nos preocupa mucho el exceso de temas violentos en los años anteriores.
Solo llevamos dos versiones y hemos visto mucha crónica sobre matoneo, desaparición, hechos violentos que entristecen porque uno quisiera ver un mundo de los niños más feliz y tranquilo. Estamos tratando de estimular la escritura de temas de la cotidianidad, de la cultura, la risa, de las familias, los amigos y el parque, que se vuelvan temas más importantes para ellos porque nos duele ver que ellos están tan impregnados de los ambientes violentos.