El diario regional El Impulso, el más antiguo de Venezuela, logró que el Gobierno que preside Nicolás Maduro le habilite una cuota de papel para poder continuar con la publicación, ya que había agotado sus reservas de ese insumo básico.
El matutino, que circula desde enero de 1904 en el estado (provincia) de Lara, en el noroeste del país, había anunciado que las trabas para adquirir papel para periódicos le obligaban a cesar su edición impresa y mantener solo la versión digital.
Sin embargo, merced a negociaciones encaradas por la Unión de Trabajadores de Prensa de Venezuela, el Gobierno accedió a entregarle una “cuota de emergencia” de papel, la cual le permitirá continuar un mes más con la publicación.
"El pluralismo y el derecho del pueblo a la información, ya duramente golpeados en Venezuela, se debilitan aún más por la falta de papel, que es un forma indirecta de censura”, destacó Camille Soulier, directiva de la organización Reporteros Sin Fronteras.
El papel para periódicos no se fabrica en Venezuela, por lo que es necesario importarlo, pero el estricto control cambiario que rige desde 2003 para comprar dólares y otras divisas impide adquirir ese insumo básico para la industria gráfica.
La escasez de papel, paliada parcialmente por envíos solidarios de asociaciones latinoamericanas de prensa, forzó el cierre de unos 20 diarios y que otros tantos redujeran el número de páginas y dejaran de imprimir sus habituales suplementos.
En cambio, los diarios y otras publicaciones estatales o progubernamentales son abastecidos periódicamente por la Corporación Maneiro, organismo que responde al presidente Maduro y que se encarga de la importación y distribución de papel para periódicos.